Marcelo Mayer, una de las promesas más sonadas de los Red Sox en los últimos años, parece estar perdiendo terreno rápidamente en la confianza del manager Alex Cora. El infielder mexicoamericano volvió a quedarse en la banca el martes en Fenway Park ante los Diamondbacks, y con eso ya suma dos juegos consecutivos de MLB sin ver acción como titular.

Desde su llegada a Grandes Ligas, Mayer ha disputado apenas 8 encuentros. Su desempeño al bat ha sido discreto: de 30 turnos legales, apenas ha conectado 6 imparables, dos de ellos de extra base, dejando su promedio en .200.

Si bien es pronto para sacar juicios definitivos, está claro que en Boston no hay mucho margen para la paciencia cuando el equipo necesita resultados inmediatos, especialmente en un calendario tan competitivo como el de la Liga Americana.

Cora ha sido cauto en sus decisiones, pero los movimientos recientes indican que aún no ve listo a Mayer para sostener una carga regular en el infield. Ya sea por su ofensiva apagada o por temas defensivos, el piloto boricua ha preferido otras opciones para cubrir el cuadro. Esto puede verse como un mensaje claro: en MLB no basta con tener potencial, hay que demostrarlo cada noche con el guante y con el bate.

Lo que más preocupa a la afición de los Red Sox es que este bajón llega cuando más expectativas había en torno a Mayer. El joven fue subido con mucha atención mediática y se hablaba de él como el futuro del equipo. Sin embargo, este parón en su actividad puede enfriar su desarrollo si no se gestiona con cuidado.